Covid-19, está causando gran impacto en la economía global, y por supuesto el sector inmobiliario también se ha visto afectado por sus efectos, las agencias y corredores inmobiliarios están en su mayoría preocupados por mantener el valor de los inmuebles y liquidez.
Sin embargo, esta etapa de crisis ha sacado a relucir la importancia de la tecnología en el sector inmobiliario, donde la implementación de avances tecnológicos para mejorar los procesos ha sido muy lento, en comparación con otros sectores económicos. Todo esto ha traído como consecuencia que muchas empresas desarrollen nuevas estrategias de ventas como recorridos virtuales, video llamadas y mucho teletrabajo, para no parar sus actividades comerciales.
Lo que nos lleva a pensar ¿A acaso era necesaria una crisis mundial para acelerar tecnológicamente al sector inmobiliario?
Este es el mejor momento para que el mercado inmobiliario brille través de plataformas digitales, donde las empresas no solo de gestión inmobiliaria, sino tasadoras, inversionistas y agentes lleven su trabajo a la era digital, implementando nuevos modelos de negocio que incluyan inteligencia de negocios, realidad virtual, machine learning, big data y más.
Esto no solo hará procesos más eficaces, sino clientes más felices. En Chile, los jóvenes son mayormente quienes compran e invierten en propiedades, estos millennials siempre están en búsqueda de procesos de compra agiles, que les brinden acceso directo a la información referente a los mercados y los valores de las viviendas. En este sentido la tecnología representa un crecimiento imparable para los meses siguientes, convirtiéndose en un factor fundamental para impulsar la relación con el cliente.
La actividad inmobiliaria en Chile está directamente correlacionada con los altos índices de concentración económica y demográfica, en torno a la zona central del país.
Cerca de 62% de la población vive entre las regiones V y VII, concentrándose en este perímetro poco menos del 65% de PIB nacional. Esto ligado a la oferta y la demanda, que se presente durante estos meses, en los que es muy probable que la demanda por arriendo aumente debido que muchas personas optaran por un hogar temporal, durante la crisis, hasta poder hacer una compra segura.
Mientras que el sector de la construcción inmobiliaria se ha visto afectado, pues solo en la Región Metropolitana hay unas 380 obras paralizadas, y otras 94 mil viviendas sociales en ejecución. Para estos casos la Cámara Chilena de Construcción, está desarrollando protocolos de seguridad para continuar con las labores, bajo las medidas necesarias.
El impacto tras el paso de COVID-19 no sólo será negativo, también traerá consigo soluciones innovadoras que permitirán acelerar procesos, para recuperar el tiempo perdido.